El ICF y Avalis crean una nueva línea de financiación para impulsar proyectos de pymes en crecimiento

El ICF y Avalis crean una nueva línea de financiación para impulsar proyectos de pymes en crecimiento

Los préstamos, de hasta 500.0000 euros, servirán para financiar pymes catalanas en crecimiento que realicen inversiones y/o tengan necesidades de circulante.

Barcelona, 4 de julio de 2019. El Institut Català de Finances (ICF) y la sociedad de garantía recíproca Avalis de Catalunya han puesto en marcha una nueva línea de financiación para impulsar proyectos de pymes en crecimiento.

Los destinatarios de esta línea son empresas con una facturación de hasta 10 millones de euros que hayan crecido exponencialmente en los últimos años o prevean crecer ya sea de forma orgánica o inorgánica. Por tanto, se dirige a las empresas con crecimientos sustanciales en su facturación, o número de empleados, o bien, que hayan adquirido o quieran adquirir una compañía o sus activos.

En este sentido, los préstamos “ICF – Avalis crecimiento” servirán para realizar inversiones, como es el caso de la adquisición de activos fijos productivos nuevos o de segunda mano, la propia adquisición de empresas o la creación de compañías en el extranjero, o satisfacer las necesidades de circulante —como por ejemplo gastos corrientes, nóminas, pagos a proveedores o compra de mercancías.

Para el consejero delegado del ICF, Josep-Ramón Sanromà, “estos nuevos créditos son una muestra más del compromiso tanto de Avalis como del ICF para fortalecer la economía catalana e impulsar que las pymes ganen dimensión y capacidad productiva, al mismo tiempo que fortalecen su presencia internacional”.

Por su parte, el consejero delegado de Avalis de Catalunya, Josep Lores, destaca que la garantía de Avalis “facilitará el acceso a la financiación a largo plazo, que es la financiación que estos proyectos requieren, pero donde las pymes tienen más dificultades para acceder”.

El importe de los préstamos será de hasta 500.000 € y se tendrán que devolver en un plazo de hasta cinco años —en el caso del circulante—, con una posibilidad de carencia de hasta 1 año incluido en el plazo. Para los préstamos de inversión, el plazo será de un máximo de 10 años, con posibilidad de carencia de hasta 2 años.

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