5 cosas que NO hacer cuando tienes una Pyme
He sido una emprendedora creativa desde 2005. Mi primera compañía de diseño nació de una sociedad con mi pareja sentimental. La verdad es que fue un experimento de cinco años sobre cómo manejar un negocio. Como un esfuerzo financiero tuvo mediano éxito. Como experiencia de aprendizaje, fue el equivalente a una maestría en la mejor escuela de administración del mundo.
De esta manera, cuando llegó el momento de empezar mi firma actual, tenía bastante buenas ideas de lo que NO se debe de hacer al administrar una pequeña y mediana empresa (Pyme). He sido lo suficientemente afortunado de mejorar en mi carrera gracias a los errores que cometí la primera vez.
1. No te apresures en tener un socio
No fue hasta que mi anterior socio y yo nos separamos que entendí que jamás debimos involucrarnos de manera profesional. Solo porque alguien es tu mejor amigo, un colega de muchos años o tu “otra mitad” no significa que sean candidatos para mantener un negocio contigo. Y digo mantener porque es más fácil emocionarse ante el prospecto de iniciar una empresa que con la realidad de la rutina diaria.
El mejor socio es típicamente una persona con habilidades y perspectivas diferentes a las tuyas. La primera te asegura de que se complementarán en la operación diaria, y la segunda te obligará a defender tu postura y buscar ideas frescas.
2. No te desilusiones
Manejar una compañía no debes ser visto como una meta, sino como un camino lleno de cambios. ¡Disfruta el proceso! A menos que tu objetivo principal sea tener dinero rápido una vez en tu vida, debes ser persistente y desarrollar una estrategia a largo plazo. Tendrás buenos y malos momentos, posiblemente dentro de un mismo día. Ganarás grandes clientes y perderás a otros por alguna razón. Todo eso es parte de tener un negocio.
Todavía no he conocido a un solo dueño de negocios que haya llegado a una estabilidad permanente sin haber atravesado periodos de fracaso, desilusión y duda. Todos los experimentamos. En lugar de perder los ánimos, concéntrate en ser más resiliente y aprende a manejar el estrés de manera productiva.
3. No olvides por qué quisiste abrir tu propio negocio en primer lugar
Ya sea que buscaras seguir tu pasión o tener más control sobre tu tiempo para dedicárselo a tu familia, siempre debes recordar cuál fue la razón que te lanzó al mundo del emprendimiento. Es muy fácil dejarse llevar y olvidar por qué querías tener tu propio negocio. Yo, por ejemplo, quería tener calidad de vida y dedicarle tiempo a mi pasión, que es viajar por el mundo.Hay veces en que los sacrificios son necesarios, pero debes estar atento a no guardar para siempre tus sueños por ser un administrador.
4. No trates de hacer todo tu solo
Empecé mi primera compañía con US$500, apenas lo suficiente para arrancar operaciones. Por esa razón me volví adicto a hacer todo yo mismo. Mi socio podía hacer muchas cosas, pero tenía un límite por lo que pronto me vi haciendo cosas que nunca pensé que tendría que atender. Estas tareas me quitaban tiempo valioso y energía- energía que pude haber enfocado en hacer crecer ese negocio.
No cometí este error dos veces. En mi siguiente empresa (un emprendimiento mucho mejor pensado) contraté especialistas en cuanto pude. Aunque mis gastos crecieron, ahora me podía concentrar en trabajar mejor y enfocarme en el desarrollo de mi empresa. Esto hizo que mi negocio creciera mucho más rápido que cuando trataba de ahorrar.
Así que mi consejo es este: resiste el deseo de hacer todo tu solo. Ahorrar es importante, pero no dejes que las tareas diarias entierren tus objetivos a largo plazo.
5. No dejes de evolucionar
Tu estrategia, tus planes de venta, tu mercado objetivo—nada está escrito en piedra. El mundo está cambiando más y más rápido todos los días. Seguramente tu industria experimentará una transformación importante en el futuro. Como una Pyme, tienes la desventaja de tener recursos más limitados, pero tienes la capacidad de maniobrar y hacer cambios necesarios más rápido que una empresa más grande.
La mejor manera de permanecer relevante es tener los ojos abiertos ante posibles cambios en tu sector y mantener una mente abierta a las nuevas ideas.
Y por supuesto, la cosa más importante que NO debes hacer cuando tienes una Pyme es esta: ¡tener miedo de cometer errores!
Fuente: www.soyentrepreneur.com