El futuro de España son 500.000 autónomos
Lorenzo amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), analiza el mercado de trabajo español
Muchos ya somos conscientes de la importancia de no perder el tiempo y de las consecuencias de la inacción. España ahora debe ganarlo y necesita más que nunca focalizarse en ganar un lugar destacado en la economía mundial y en las instituciones, para transformar su recuperación en oportunidad.
El contexto actual nos ofrece un momento que no debemos desaprovechar, nuestro país debe y puede marcar el camino a seguir en Europa. Para ello debe apostar por hacer las cosas de forma distinta y convertirse en un eje fundamental de modernización e innovación y en la máxima expresión del modelo social europeo.
Reforzar el modelo de bienestar social depende en casi su totalidad del empleo, y es el empleo el que genera y transforma nuestras economías. Por tanto, la prioridad es sencilla, hay que centrarse en el empleo y en quienes son capaces de generarlo.
Pero no todo sirve, no podemos permitirnos experimentar, hay que evaluar lo hecho hasta ahora y apostar por lo que funciona, por lo eficaz. Si el reto es alcanzar 20 millones de ocupados en 2020 y ser referentes de innovación transformando nuestra economía desde la base, la clave está en los autónomos y los emprendedores.
Necesitaremos 500.000 autónomos más en los próximos cuatro años, no sólo por el impacto que dicha cifra tiene de forma directa sobre la ocupación sino por el efecto multiplicador que supone en términos de contratación de asalariados, al generar «empleos que crean empleos».
Pero podemos incluso decir que el problema ya no son cuántos sino qué tipo de empleos son los que se crean. Los autónomos empleadores han demostrado ser ejes de estabilidad en la contratación y la ola de innovación y emprendimiento que se ha producido durante la crisis ha puesto de relieve que la capacidad de regeneración y modernización del tejido empresarial reside en la base. Se han creado nuevos empleos y empleos distintos, modelos de negocio adaptables, ágiles, en los que lo tradicional ha incorporado la tecnología y la ha mejorado. Hoy se externaliza la innovación en pequeñas estructuras y el desarrollo del talento se produce fuera de las grandes corporaciones bajo el sello del autónomo emprendedor.
Es el momento de romper estructuras y superar tópicos que obstaculizan lo que seguro puede llevarnos a tener otro sitio en una economía cada vez más competitiva. Los status-quo ya son indefendibles en cualquier sector o administración pública que pretenda mantenerlos, todos tenemos que adaptarnos. A los autónomos nos han hecho cambiar, ahora debe cambiar el resto y modernizarse.
Todo lo que hasta ahora se ha hecho en pro de los autónomos ha funcionado en términos de creación de empleo, por tanto es ahí donde reside el potencial. Por ello, ningún gobierno, sea cual sea su composición o color, ningún agente social que busque el bien común de la sociedad española y la creación de empleo, puede permitirse el lujo, en nombre de los ciudadanos, de no escuchar a los autónomos.
Es el momento, de consolidar la recuperación y enfrentarse a grandes retos y reformas para orientar nuestro crecimiento. Reformas que deben hacerse poniendo al autónomo y su realidad en el centro, para alcanzar los objetivos perseguidos de forma eficaz.
La inacabada reforma de la Administración y su modernización, la Reforma de las pensiones y del RETA, los mecanismos de segunda oportunidad o la innovación, entre otros, serán sin duda los grandes temas de la próxima legislatura y sólo tendrán la eficacia deseada si no se pierde de vista que el futuro de España, su lugar en el mundo, dependen en gran medida de que haya 500 000 autónomos más.
Fuente: www.abc.es